M: El hombre de la providencia

M: El hombre de la providencia

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  • Create Date:2021-05-07 02:50:57
  • Update Date:2025-09-06
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  • Author:Antonio Scurati
  • ISBN:8420456012
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Summary

En 1925, una figura de camisa negra y gesto arrogante comienza a ocupar todos los intersticios de la vida pública italiana。 Benito Mussolini, una vez que se ha convertido en el presidente del Consejo más joven de la historia de Italia, se prepara para el siguiente paso del proyecto fascista: fundir su nombre con el de su propio país。 Pero la senda del autoritarismo no es sencilla: luchas internas en el partido, durísimas batallas parlamentarias, la amenaza revolucionaria, la necesidad de expandirse territorialmente, una turbulenta vida personal y palaciega, intentos de asesinato y la nueva relación con un joven Herr Hitler, cada vez más popular。 Todo para que Mussolini, fascismo e Italia sean uno。 Este proceso irá tomando cuerpo hasta que, en 1932, se cumpla una década de la marcha sobre Roma。 Pero no hay tiempo para mirar atrás, el futuro parece encerrar una promesa brillante para el fascismo。

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Reviews

Sergio Caredda

Rispetto al primo romanzo M, questa volta alcune porzioni hanno perso di slancio。 Resta la grande competenza storica, il fine lavoro di ricerca, anche se Mussolini si perde un po’ tra i tanti personaggi che lo contornano。

Il Limo

In questo secondo volume ci si è concetrati molto (troppo?) sulle figure principali della vicenda - gerarchi, generali, prime linee del fascismo - lasciando molto (troppo?) sullo sfondo la vita quotidiana degli italiani, che in quegli anni è cambiata moltissimo con la riorganizzazione di tutte le istituzioni in senso dittatoriale。

Giada

"Tutto nello stato, niente al di fuori dello stato, nulla contro lo stato"。Questa frase racchiude il significato del secondo volume di A。 Scurati。 L'ascesa e la presa di potere da parte di Mussolini è narrata ancora una volta attraverso documenti, telegrammi, insomma dal solo punto di vista storico senza giudizi。Si continua dunque il viaggio da dove lo avevamo interrotto nel primo volume, dal 1925 (dopo il delitto Matteotti) per proseguire fino al 1932: dalla promulgazione delle leggi "fascistis "Tutto nello stato, niente al di fuori dello stato, nulla contro lo stato"。Questa frase racchiude il significato del secondo volume di A。 Scurati。 L'ascesa e la presa di potere da parte di Mussolini è narrata ancora una volta attraverso documenti, telegrammi, insomma dal solo punto di vista storico senza giudizi。Si continua dunque il viaggio da dove lo avevamo interrotto nel primo volume, dal 1925 (dopo il delitto Matteotti) per proseguire fino al 1932: dalla promulgazione delle leggi "fascistissime" alla conquista della Libia。 Ritroviamo lo stile chiaro e oggettivo dell'autore che ci mostra quei tristi momenti con profonda lucidità。 Un libro che varebbe la pena leggere, solo per il fatto che l'autore non commenta, si limita a riportare i fatti così come sono e questo permette di avere un quadro ben chiaro di quei tristi anni e che ognuno di noi tiri le proprie conclusioni。 。。。more

ELM

El libro ‘M。 L’uomo della provvidenza’ de Antonio Scurati es la continuación del aclamado y premiado ‘M。 Il figlio del secolo’ (2018)。 En este segundo libro el autor narra los hechos acontecidos en la Italia fascista de 1925 a 1932 y ahonda en la evolución de Benito Mussolini en el poder y la consolidación del fascismo ya en forma de dictadura totalitaria。Aunque este libro es de una calidad narrativa incontestable, se aleja de la capacidad de fascinar al lector como sin duda sí ocurría con el pr El libro ‘M。 L’uomo della provvidenza’ de Antonio Scurati es la continuación del aclamado y premiado ‘M。 Il figlio del secolo’ (2018)。 En este segundo libro el autor narra los hechos acontecidos en la Italia fascista de 1925 a 1932 y ahonda en la evolución de Benito Mussolini en el poder y la consolidación del fascismo ya en forma de dictadura totalitaria。Aunque este libro es de una calidad narrativa incontestable, se aleja de la capacidad de fascinar al lector como sin duda sí ocurría con el primer libro, tal vez porque ya no se habla tanto de la época revolucionaria y vibrante de principios de la segunda década del nuevo siglo y la práctica totalidad de sus casi 650 páginas se centran en movimientos intestinos del naciente régimen totalitario fascista, a veces incluso con aparente prisa narrativa por desplumar eventos de un año en unas pocas decenas de páginas。 La lectura puede, por lo tanto, resultar mucho más densa y difícil de digerir con soltura。A pesar de los notables altibajos narrativos, no deja ser por ello un relato fascinante de acontecimientos históricos que Scurati sabe abordar con maestría para que el lector acabe deseando más。 Por mi parte tengo muchas ganas de que llegue un hipotético tercer libro, donde supongo se hablará de la intervención de las tropas fascistas italianas en España del lado del bando sublevado y los prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial。En esta etapa (1925-1932), el autor nos narra el progresivo ascenso de Mussolini a la categoría de mito y, con ello, también a la consagración de un líder absoluto de masas que, desconfiado, acabará recluyéndose en la soledad de su enorme despacho de la Sala del mappamondo, en el Palazzo Venezia。 En estos años, la democracia sucumbe finalmente ante la dictadura del Duce。 Su poder es ya absoluto y temido。 Su presencia, omnipresente。 A diferencia del primer libro, en esta lectura no hay prácticamente rastro de la oposición política a Mussolini。 Si bien se dan pinceladas muy fugaces acerca de la incansable lucha de comunistas contra la dictadura -el último bastión ideológico que no se arrodilla ante Mussolini-, sí se echa de menos episodios sobre la situación del PCI en la resistencia antifascista y las acciones de la disidencia en el extranjero que, seguramente, habría dado mayor dinamismo a este segundo episodio。 Por el contrario, este segundo ensayo se centra casi en total exclusividad en esos años de afianzamiento de la dictadura fascista en Italia y, principalmente, en el paroxismo y mitificación de Mussolini como líder absoluto aupado por el fervor de las masas a la categoría de divinidad。 El fascismo se convierte en un régimen de fe。 Se inicia un proceso de construcción de una nueva sociedad homogeneizada en torno a las directrices, mitos fascistas y culto absoluto al líder。 Aunque de manera breve, el libro también recoge las impresiones de un joven Adolf Hitler que, declarado admirador del Duce, tomará como modelo los pasos del líder fascista para lograr acometer su plan de tomar el poder en la convulsa Alemania。 En la búsqueda del engrandecimiento del mito, la Italia imperial de Mussolini se embarcará en estos años en la absurda conquista de lejanas tierras, como la actual Libia (Cirenaica y Tripolitania) dejando tras de sí muerte y destrucción en aniquilamientos sistemáticos de pueblos enteros。 Probablemente, la parte del libro donde se narra el genocidio italiano sobre los pueblos nómadas con el uso indiscriminado de gas mostaza da la mejor prueba de los límites y umbrales que el sistema fascista italiano había decidido traspasar en búsqueda de la supuesta gloria que dota la conquista y sometimiento de otros pueblos。 En las estremecedoras palabras textuales de algunos de los protagonistas de las matanzas narradas se puede leer como incluso se asoma un diagnóstico de evidente psicopatía que, en esencia, nutre el fascismo desde su origen。 En este absurdo totalitario imperialista, Mussolini tratará de generar una línea histórica que dé forma al mito imperial para unir así las gestas del Imperio romano con el nuevo imperialismo reencarnado en el fascismo。 Contemplamos así los intentos de fusión del fascismo con la construcción identitaria de una nueva Italia que, con los ojos puestos siempre en el futuro, acoge en su seno al nuevo hombre fascista, siempre joven y disciplinado, superior a cualquier otro pueblo, conquistador。 Se establece así, una liturgia propia y unos nuevos ideales italianos que tratarán de conformar ese hombre nuevo, el übermensch, el verdadero fascista。 Siguiendo las directrices del Duce, el fascismo tratará de penetrar en la cultura popular, en todos los ámbitos de la vida cotidiana italiana y, por descontado, en todas las instituciones del país。 No hay escapatoria posible ante un Estado que deviene en Estado policial al servicio del Duce。Como se puede observar a lo largo de la lectura y a modo de corolario, habría que destacar que la implantación de la dictadura fascista, acelerada tras la aparición del cuerpo del diputado asesinado Giacomo Mateotti, perduró gracias a la sistemática represión de las fuerzas opositoras y, sobre todo, en tanto que respondía a los intereses de la burguesía y las relaciones de producción capitalistas no corrían peligro。 La "amenaza roja" había sido aplacada, buena parte de la timorata oposición política era servil y, los comunistas como Antonio Gramsci y otros, eran encarcelados y asesinados impunemente。 Las demás potencias extranjeras, con Chamberlain y Churchill de Gran Bretaña a la cabeza, se limitaban a aplaudir al Duce y se deshacían en elogios hacia ese nuevo resurgir del Imperio romano, esa nueva Italia imperial que nacía bajo la atenta mirada de una Europa que, de nuevo, volvía a asomarse al abismo de la guerra。 。。。more

Sabina

Ottimo。 Da consigliare come lettura storica nelle scuole。

Frabe

Secondo libro di Scurati su Mussolini, anni dal 1925 al 1932: molta storia e un po' di romanzo, mix interessante e coinvolgente。 Secondo libro di Scurati su Mussolini, anni dal 1925 al 1932: molta storia e un po' di romanzo, mix interessante e coinvolgente。 。。。more

Grazia

E anche in questo caso un nuovo capolavoro! L’analisi dell’uomo che ha cambiato le sorti dell’Italia continua e si fa più fitta。 Mi è piaciuta l’alternanza tra aneddoti e narrazione storica。 Certo è che, a differenza della prima parte, manca la figura contrapposta。Qui si legge il ritratto di Augusto Turati, personalità poco definita rispetto la controparte dominante nel romanzo precedente, Giacomo Matteotti。Ad ogni modo, anche questo è un gran bel libro da leggere。 È veramente utile sapere di pi E anche in questo caso un nuovo capolavoro! L’analisi dell’uomo che ha cambiato le sorti dell’Italia continua e si fa più fitta。 Mi è piaciuta l’alternanza tra aneddoti e narrazione storica。 Certo è che, a differenza della prima parte, manca la figura contrapposta。Qui si legge il ritratto di Augusto Turati, personalità poco definita rispetto la controparte dominante nel romanzo precedente, Giacomo Matteotti。Ad ogni modo, anche questo è un gran bel libro da leggere。 È veramente utile sapere di più sulla storia di Italia e sui personaggi che ne ha cambiato le sorti。 Qui si legge di un Mussolini più stanco ma mai arrendevole。 Si legge del declino dell’amante storica e dell’ascesa delle più giovani “concubine”。 Quello che più mi ha colpito però è l’immagine di una Italia spenta, che si arrende alla violenza e che da lì a poco ne pagherà il prezzo。 Una delle cose che ci insegna il romanzo è di non piegare la testa davanti a chi cerca di calpestare i nostri diritti。。。 sembra una cosa molto banale da dire, ma,in fondo, non lo è? 。。。more

Rossella

Impegnativo, ma indispensabile。 Molto interessanti i capitoli dedicati ai crimini del colonialismo italiano。 Consigliata la lettura ai nostalgici (non è mai troppo tardi per ravvedersi, ma il problema dei nostalgici credo stia proprio nella loro inappetenza letteraria)。

Mariafrancesca di natura viperesca sta con gli ultimi della terra

La storia si ripete sempre due volte: la prima volta come tragedia, la seconda come farsa Karl MarxTroppo tempo ho impiegato per finirne la lettura。 Per demeriti miei e qualcuno di Scurati。 Sorvolo sui miei anche se il principale, la noia, è strettamente intrecciato a quelli di Scurati che a loro volta sono stati generati dalle aspettative: uno scrittore che maneggia documenti della storia, cercando tra le burocratiche righe degli archivi “l’umanità e l’inumanità” dei suoi protagonisti, non è co La storia si ripete sempre due volte: la prima volta come tragedia, la seconda come farsa Karl MarxTroppo tempo ho impiegato per finirne la lettura。 Per demeriti miei e qualcuno di Scurati。 Sorvolo sui miei anche se il principale, la noia, è strettamente intrecciato a quelli di Scurati che a loro volta sono stati generati dalle aspettative: uno scrittore che maneggia documenti della storia, cercando tra le burocratiche righe degli archivi “l’umanità e l’inumanità” dei suoi protagonisti, non è cosa che lascia indifferenti e non solo per questioni di gusti。 Da Manzoni a Stendhal, quello delle Cronache italiane in primis et ante omnia, da Sciascia al postmoderno Cercas gli esempi non mancano。 Ma il nostro, che dovrebbe seguirne le orme a mio parere, non si discosta troppo dal giornalista competente che si attiene rigorosamente alle fonti pur riuscendo ad essere affabulante con l’ostica materia e solo a tratti, ma senza scalare vette più alte di una collinetta, ci restituisce un ritratto dell’uomo。 Ci riesce con Arnaldo Mussolini e con Augusto Turati, con Quinto Navarra, l’usciere e cameriere di M, e grazie alle sue Memorie del cameriere di Mussolini solo a pagina 610 possiamo sbirciare "l’uomo solo al comando", il dittatore privato, ché quello pubblico possiamo papparcelo nei documentari Luce, che ieri per ore ho guardato su you-tube (immagini che Scurati sembra sottotitolare per quasi tutto il libro)。E, come nel primo libro della saga, è il ritratto di una donna che ci dice che il ragazzo ha stoffa。 Là fu la vedova di Matteotti, qua è la musa amante del dux per vent’anni e ora in disgrazia perché troppo vecchia per il sempre ormonalmente dotato maschio italico, il puttaniere Benito。 Ma non solo lei。 Da un lato, La Sarfatti, attempata, triste, delusa attende ad occhi chiusi, labbra tirate e mani abbandonate in grembo nell’ anticamera a quella del Mappamondo, lo studio dell’amante; nel mezzo, il cameriere imbarazzato non vuole umiliare la donna, potentissima e amatissima fino a poco prima; dietro le tende del balcone su piazza Venezia Lui, ossessivamente, annota le targhe delle automobili ad ogni loro minima infrazione: siamo di fronte a una potente e inquietante immagine di un film espressionista: stanze enormi dai tetti altissimi e soprattutto vuote e queste tre figurine perse in quello spazio。 Bene, bravo Antonio。 Certo sette anni di movimenti carsici registrati solo dagli addetti ai lavori e che portarono alla “normalizzazione totalitaria” della nazione non sono facile materia per uno scrittore che deve e, soprattutto, vuole occuparsi di rapporti tra il personaggio principale, più o meno senza qualità, e chi lo circonda。 Fino al ‘ 25 la lotta fuori e dentro le stanze è maschia e quindi appassionante per le masse, la pubblica opinione e il lettore un po’ voyerista。 Diciamo che c’era materia da colossal。 Ora la normalizzazione richiede passi felpati, più ombre che luci e tutti sono sfocati ma nel libro ciò che è più sfocato anzi non pervenuto è la sinistra, quella che fino al delitto Matteotti contese all’uomo nuovo la piazza, le masse, i titoloni dei giornali e le passioni dei cittadini ancora non fanatizzati, forse l'illusione di esserci。Dov’era finita la sinistra storica? È Scurati che tralascia la materia o non c’è niente da dire oltre il sonnecchiare dei liberali giolittiani sui banchi del parlamento mentre Lui ne fa strame? La secessione aventiniana, l’esilio scelto da Turati e altri quattro gatti, il confidare nel criminale di guerra Vittorio Emanuele III, fu tutto qua la sinistra, l’opposizione che doveva arginare la valanga che si stava abbattendo sull’Italia e sul mondo? Certo questo mio amminchiamento ( cit。) non è innocente: ciò che sta succedendo, sotto i nostri occhi senza che ne capiamo le conseguenze, mi fa drizzare le antenne。 Una ricerca veloce e trovo un articolo scritto da Carlo Rosselli in “Quaderni di Giustizia e Libertà, 8 giugno 1934。 Non mi sono lasciata trascinare dai miei soliti pregiudizi。 Non solo sola。 Mi rincuoro。La Camera, eletta nel 1921, era in maggioranza antifascista; la stampa, idem; in tutti i corpi dello Stato il fascismo era appena tollerato。 le opposizioni, avendo conservato per concessione del dittatore ("avrei potuto fare di quest'aula sorda e grigia。。。") le posizioni legali, si battevano sul terreno formale e morale, contestando la validità giuridica dei decreti mussoliniani, e rivendicando la rappresentanza di un'Italia che viveva ormai solo nelle memorie… Scambiando i reali rapporti di forza sociale con i vecchi risultati elettorali, vedevano nel fascismo un semplice colpo di mano contro il suffragio universale, un'avventura di stile sudamericano destinata a concludersi fatalmente nel giro di qualche mese: e non si preoccupavano di rovesciare il rapporto di forze che aveva permesso al fascismo di spazzare il movimento operaio e non si preparavano in nessun modo a resistere e a contrattaccare nelle piazze… Essa sconterà così per anni il passivismo mostrato durante la marcia su Roma。 Abbiamo preso molto in giro Mussolini perché, mentre i fascisti marciavano allegramente su Roma, se ne stava a Milano。 Ma che cosa stavano a fare i deputati della sinistra a Roma? Tra il girare nei corridori attendendo il decreto di stato d'assedio e l'andare nel paese a organizzare la resistenza, era meglio andare nel paese。 E a Roma, oltre Montecitorio, c'era San Lorenzo, dove il popolo si batteva; ma nessuno o quasi se ne ricordò in quei giorni… Le elezioni dell'aprile 1924 avevano in parte corretto questo stato di cose。 L'opposizione diventava per la prima volta opposizione, minoranza; come minoranza, avrebbe potuto darsi una psicologia virile, d'attacco。 Ma aveva troppi ex nelle sue file, era troppo appesantita da uomini che avevano gustato le gioie del potere e della popolarità, che si erano fatti in tutt'altra atmosfera。 Gli oratori più celebri, usi al successo in un parlamento in cui si trovavano come in famiglia, non resistevano all'ambiente nuovo e ostile creato dai fascisti。 Erano depressi, stanchi, preoccupati; non avevano la psicologia dell'attacco ma della ritirata。 Quando la crisi scoppiò, la depressione era al colmo。 La decisione di ritirarsi dai lavori della Camera non fu un atto volontario diretto a portare battaglia nel paese, ma un atto necessario di chi, non potendone più, si ritira。 Ma poiché la retorica vuole la sua parte, così l'Aventino fu presentato alle masse come la decisione energica di gente che passa all'attacco。 Quanto alle masse popolari, che si mostravano nei primi giorni in stato di effervescenza, guai a chi avesse tentato metterle in movimento! Solo i comunisti e le minoranze giovani chiesero lo sciopero generale。 Ma le opposizioni non vollero, per non spaventare la borghesia e il sovrano。Impressionante l’anologia con i nostri tristi giorni。 [E io mi spingo a dire che l’appoggio della sinistra al nuovo governo, nato da un colpo di stato mascherato, è l’Aventino della nostra sinistra, e che l’astensione sarebbe stato almeno più dignitoso che il non voler essere né di lotta ma di governo。 Non si può vedere che il popolo inneggi al banchiere di dio ( il quale prende per buono il refuso di 2 milioni ricoverati in terapia intensiva, per quanto gli interessi la pandemia!) dopo l’innamoramento per il loden de fu Monti。 La classica relazione vittima carnefice]。Poche parole e tanta riconoscenza per aver potuto leggere, bianco su nero su “Gli italiani brava gente”: campi di concentramento in Libia a cui mancavano solo i forni per essere fratelli gemelli di quelli hitleriani。 Ma si sa, gli italiani sono di bocca buona: ciò che si può fare a mani nude perché demandarlo ad asettiche procedure? E poi, vuoi mettere bombardare con l’iprite villaggi di pastori stanziali o inseguire deserto deserto i nomadi dall’animalesca condotta morale, a detta dei fascistissimi capi della conquista dell’Impero? Quattro stelle anche per questo。 。。。more

Paolo Avanti

Decisamente meno riuscito del primo。 Il consolidamento del regime, la guerra in Libia, i Patti Lateranensi e le beghe all’interno del PNF non reggono narrativamente come l’avvento del fascismo a cui è dedicato il primo libro。 In ogni caso ben scritto。

Andrea

Qualche settimana fa, mentre leggevo questo libro, ho scritto un po' di getto un tweet tanto semplice quanto per me incontestabile: “Che schifo il fascismo e i fascisti”。 Ed è stato incredibile constatare come ogni volta si palesi qualcuno che ci tiene a precisare che va bene dire che il fascismo fa schifo, ma solo se si condanna allo stesso modo il comunismo。 Oppure c'è anche chi sostiene che forse è ora di andare oltre e parlare d’altro。 Ecco, queste cose mi fanno sicuramente uscire di testa, Qualche settimana fa, mentre leggevo questo libro, ho scritto un po' di getto un tweet tanto semplice quanto per me incontestabile: “Che schifo il fascismo e i fascisti”。 Ed è stato incredibile constatare come ogni volta si palesi qualcuno che ci tiene a precisare che va bene dire che il fascismo fa schifo, ma solo se si condanna allo stesso modo il comunismo。 Oppure c'è anche chi sostiene che forse è ora di andare oltre e parlare d’altro。 Ecco, queste cose mi fanno sicuramente uscire di testa, ma soprattutto confermano non solo l’importanza dell’insegnamento della Storia nelle scuole, ma anche il valore che può avere una lettura come quella di M。 L’uomo della provvidenza。 Si tratta del secondo libro scritto da Antonio Scurati che ripercorre in forma di romanzo la storia di Benito Mussolini e del Fascismo。 Se nel primo volume (M。 Il figlio del secolo, vincitore del Premio Strega 2019) ci si concentrava sulle prime fasi dell’ascesa dei Fascisti nel panorama politico e nelle istituzioni italiane, con il secondo volume entriamo nel vivo (1925-1932) della trasformazione esplicita del Fascismo in regime。 Come nel caso di M。 Il figlio del secolo, nonostante la mole significativa (più di 600 pagine), la lettura risulta abbastanza agile perché lo stile scelto da Scurati (oltre a prediligere un lessico in sintonia con l’epoca) prevede capitoli brevi, nei quali in poche pagine vengono narrati gli eventi chiave che riguardano il Duce e gli uomini (e le donne, anche se poche) più importanti per Mussolini e il suo disegno politico。 Lettura interessante e utile per i motivi di cui alla mia introduzione, ma alla quale manca probabilmente qualche guizzo (che magari arriverà nei prossimi due libri, essendo parte di una tetralogia)。Questa e altre recensioni nella mia newsletter mensile sui libri: https://bit。ly/ponzabook 。。。more

Alessandro Nicolai

Interessante e alternativo visuale e analisi della parabola fascista nel periodo del suo apogeo, mette in luce la solitudine del capo così osannato e il peccato oroginale del movimento

IreneElle

E dopo aver letto M。 L'uomo del secolo che tanto mi era piaciuto, ho letto anche il secondo tomo di Scurati " M。 L'uomo della provvidenza" che invece mi ha deluso。 E non poco。Di certo bisgona riconoscere all'autore lo sforzo eneormeSe nel primo romanzo si ravvede l'azione, in quest'ultimo libro c'è tanta stasi。 Insomma oltre 600 pagine che zoppicano nel ritmo。Personalmente troppe pagine dedicate alla guerra in Libia, tante ai suoi problemi intestinali。E sinceramento mi chiedo: dov'è finito il ro E dopo aver letto M。 L'uomo del secolo che tanto mi era piaciuto, ho letto anche il secondo tomo di Scurati " M。 L'uomo della provvidenza" che invece mi ha deluso。 E non poco。Di certo bisgona riconoscere all'autore lo sforzo eneormeSe nel primo romanzo si ravvede l'azione, in quest'ultimo libro c'è tanta stasi。 Insomma oltre 600 pagine che zoppicano nel ritmo。Personalmente troppe pagine dedicate alla guerra in Libia, tante ai suoi problemi intestinali。E sinceramento mi chiedo: dov'è finito il romanzo? 。。。more

Freca

Opinione su 1 e 2 insiemeCi viene presentato come una versione romanzata di fatti veri, non mi addentro nella diatriba è un romanzo, è un saggio, etc perché le intenzioni dell'autore credo siano state più che chiare e sono anche riportate come breve prefazione, per cui uno sa a cosa va incontro quando lo inizia。Il libro è estremamente scorrevole, lo stile incisivo e studiato che ricalca e si adatta via via all'atmosfera narrata, si alternano documenti storici e narrazione nel vero senso。 Ci trov Opinione su 1 e 2 insiemeCi viene presentato come una versione romanzata di fatti veri, non mi addentro nella diatriba è un romanzo, è un saggio, etc perché le intenzioni dell'autore credo siano state più che chiare e sono anche riportate come breve prefazione, per cui uno sa a cosa va incontro quando lo inizia。Il libro è estremamente scorrevole, lo stile incisivo e studiato che ricalca e si adatta via via all'atmosfera narrata, si alternano documenti storici e narrazione nel vero senso。 Ci troviamo immersi nell'Italia dei miti nazionalisti, con figure esemplari come D'Annunzio alla guida, il clima è reso in modo vivo e palpabile, pare di essere uno qualsiasi nella folla ad assistere agli eventi e viverli。 Un testo pieno di fatti e aneddoti che si alternano al delinearsi della figura di Mussolini, indiscusso protagonista, e della popolazione italiana, l'atmosfera socio-politica del paese è l'altra grande figura presente in questi romanzi。Personalmente l'ho trovato un testo in grado di evocare e delineare bene il periodo storico, con pagine memorabili e che potrebbe diventare un caposaldo del genere, consigliato a chiunque voglia avere un'idea generale della dittatura fascista e degli umori che l'hanno creata, mantenuta ed infine smantellata: non può certamente sostituire saggi e analisi storiche ma è comunque un ottimo approccio all'argomento, in grado di fornire spunti anche sulla contemporaneità e di spingere i neofiti ad un approfondimento critico, fornendo le basi in fatti e figure e una percezione più immersiva che razionale di quegli anni。La memoria è fondamentale, e la comprendere la storia del luogo dove si vive imprescindibile per capire le dinamiche quotidiane, perché siamo figli di ciò che è accaduto e l'influenza del passato è dura da superare: sia quando si è in uno stato di continuità o di netta opposizione 。。。more

Andrea

Scurati riprende la narrazione delle vicende di Mussolini laddove ci aveva lasciato, al termine del primo capitolo della sua opera monumentale。 Opera che, come la precedente, ha un duplice valore: quello letterario, grazie ad una scrittura che si fa leggere con estremo piacere e sorprendente scorrevolezza, nonostante l'argomento molto impegnativo, e quello storico, dal momento che l'intera narrazione si attiene ai fatti, incontestabili e documentabili con moltissime fonti, alcune delle quali fed Scurati riprende la narrazione delle vicende di Mussolini laddove ci aveva lasciato, al termine del primo capitolo della sua opera monumentale。 Opera che, come la precedente, ha un duplice valore: quello letterario, grazie ad una scrittura che si fa leggere con estremo piacere e sorprendente scorrevolezza, nonostante l'argomento molto impegnativo, e quello storico, dal momento che l'intera narrazione si attiene ai fatti, incontestabili e documentabili con moltissime fonti, alcune delle quali fedelmente riportate tra un capitolo e l'altro。 Ne risulta un documentario in forma di romanzo, un lavoro impressionante che concilia attendibilità storica e intrattenimento letterario。Si riparte dal febbraio del 1925: il più giovane presidente del Consiglio della storia italiana, che si è da poco assunto la piena responsabilità politica del delitto Matteotti, è in bilico tra la vita e la morte, insidiato dalla malattia e tormentato dagli spettri del collega assassinato。 Ma la storia di Mussolini, si sa, procederà con quella dell'Italia ancora per molti anni, e in questo romanzo si arriverà fino all'ottobre del 1932, momento in cui cade il decennale della Marcia su Roma, inizio della rivoluzione fascista, occasione per celebrare il regime con una memorabile Mostra al Palazzo delle Esposizioni。Sono gli anni del consolidamento del fascismo e della figura del suo capo, che si vuole liberare, più per opportunismo politico che per convinzione personale, degli animi più anarchici e rivoluzionari, tipici dello squadrismo e del sansepolcrismo, e delle ideologie anticlericali e antimonarchiche della prima ora。 Sono gli anni delle lotte intestine tra Mussolini e Farinacci, gli anni in cui il primo deve scendere a compromessi con i suoi antichi nemici (monarchia, papato e borghesia) per tagliare fuori dai giochi il secondo, più intransigente。 Sono gli anni delle epurazioni all'interno del Partito Nazionale Fascista, gli anni in cui le alte gerarchie vengono occupate da chi, pur senza grandi doti politiche, obbedisce ciecamente al Duce (è emblematica la figura di Starace, che con la sua feroce ignoranza è destinato ad avere sempre più risalto)。Sono gli anni delle leggi liberticide di Alfredo Rocco, quelle “leggi fascistissime” che permettono l'eliminazione dello Stato liberale, il definitivo svuotamento di significato del Parlamento, che muore in mezzo agli sbadigli, la fine delle elezioni democratiche, viste quasi come una stupida usanza del passato。 Il fascismo, grazie al lavoro dei fedelissimi di Mussolini, come il segretario del PNF, Augusto Turati, viene inquadrato nelle istituzioni dello Stato, fino a coincidere con esso。Sono gli anni in cui ogni opposizione politica è messa a tacere, anche a causa della complicità e dei silenzi del re e dei moderati, ma soprattutto mediante ripetute aggressioni, anche mortali, arresti, confini ed esili, nei confronti dei pochi strenui difensori della democrazia rimasti (Amendola, Gobetti e Gramsci, solo per citarne alcuni)。 Sono gli anni in cui i partiti politici sono messi fuorilegge, gli anni dell'Ovra di Bocchini, dei sospetti e delle calunnie, gli anni della fondazione dello Stato corporativo, dello Stato di polizia e dei sogni totalitari del Duce。 Sono gli anni in cui la perfida macchina del fango mieterà le prime vittime, anche tra i suoi ideatori。Sono gli anni in cui anche le scienze, le arti, la cultura e il pensiero filosofico si sottomettono alla politica per magnificare il fascismo。 Sono gli anni del tramonto di Gabriele D'Annunzio e Margherita Sarfatti, gli anni di Mario Sironi, Giuseppe Terragni e Adalberto Libera, gli anni di Guglielmo Marconi e gli anni del Manifesto degli intellettuali fascisti di Giovanni Gentile。 Sono gli anni delle esplorazioni polari di Nobile。 Sono gli anni del consenso e della propaganda, gli anni dell'Istituto Luce e dell'Eiar, gli anni in cui cambia la bandiera italiana e cambia il calendario, gli anni in cui le città eterne sono sventrate e le paludi bonificate。 Sono gli anni dei Patti Lateranensi e del concordato con la Chiesa Cattolica。 Sono gli anni in cui Benito Mussolini, il figlio del secolo, diventa per tutti l'uomo della Provvidenza。Sono gli anni in cui, prima che Hitler prendesse il potere in Germania, in Italia si parla già di razza, e della razza pura italiana come quella superiore, da salvaguardare ad ogni costo。 Sono gli anni del primo colonialismo fascista, del protettorato in Albania e del conflitto in Libia。 Sono, soprattutto, gli anni dei crimini di guerra di Graziani e Badoglio in Cirenaica, gli anni dei bombardamenti con fosgene e iprite, già vietati dalla convenzione di Ginevra, gli anni delle deportazioni delle popolazioni locali nei campi di concentramento。 Sciaguratamente, di questi fatti atroci sembra che ce ne siamo dimenticati。Sono gli anni in cui il corpo del Duce, uscito immune dalla malattia mortale e da quattro attentati falliti, mostrato al suo popolo nei campi di grano durante le mietiture e al mare durante le vacanze estive, viene santificato e glorificato, gli anni in cui la sua figura in carne ed ossa è onnipresente, e viene moltiplicata all'infinito nel bronzo e nella pietra: “A petto di quel corpo denudato, nessun argomento è più lecito, nessun ragionamento, nessuna obiezione, nessuna giustizia, legge, giurisprudenza, nessun appello alla divina provvidenza, alla umana pietà, alla clemenza。 Al popolo non resta che adorare。 Adorare quel corpo, o straziarlo” (pagina 567)。Sono gli anni della consacrazione politica, anche proveniente dall'estero, di Benito Mussolini: ma accanto alle luci della figura pubblica, che fanno vedere agli italiani un semidio implacabile, instancabile, infallibile e granitico, ci sono le ombre di quella privata, ci sono tutte le ossessioni, le ingratitudini e le bassezze umane di un uomo piccolo e sempre più solo, che per il potere e la gloria ha fatto il vuoto intorno a sé, circondandosi di opportunisti e dicendo addio agli amici, ai famigliari agli amori: “Che puoi farci, domani, con questo scadente materiale umano? Con questo popolo di adulatori e mugugnatori, di delatori accaniti, diviso tra calunniatori esaltati e calunniati avviliti, con gli avidi faccendieri, con questi famelici servi。 In vista del domani, servirebbe innanzitutto una classe dirigente ma, per crearla, bisognerebbe fidarsi degli uomini。 E tu non ti fidi。 Li puoi perdonare, tutti possono essere perdonati, ma questo non ti risolve il problema di una dittatura senza forza” (pagina 488)。E, come la traiettoria di un proiettile in moto, che non ancora raggiunto il suo apice inizia a risentire della forza di gravità che lo spinge verso il basso ancora prima di incominciare il ramo discendente della sua parabola, il Duce già avverte dentro sé le imminenti ombre lunghe dell'avvenire, con il pensiero onnipresente della morte, ad aprire e chiudere il cerchio: “Il passato ti ha dimenticato, il futuro prossimo è un brutto posto, impossibile vivere nella delusione del presente。 Non resta che aguzzare la vista, strizzare gli occhi e delineare i contorni incerti del dopodomani。 E piantarla, una volta per tutte, di porsi l'unica domanda che conti, quella con cui l'amico di un tempo, divenuto nemico, perseguitato dai tuoi poliziotti, ti perseguita a sua volta dall'esilio: che cosa significa vincere?” (pagina 489)。Come quando affrontai “M。 Il figlio del secolo”, anche durante la lettura di “M。 L'uomo della provvidenza” ho apprezzato moltissimo la capacità dell'autore di entrare nella quotidianità, nella vita pubblica, privata, e segreta di Benito Mussolini, e di mostrare cosa è stato davvero il fascismo。 Non solo: l'opera di Scurati è anche in grado di lanciare un monito: perché i parallelismi tra passato e presente sono ancora visibili, nonostante tutto, perché oggi come ieri la democrazia può ammalarsi nell'indifferenza generale。 Sta a noi sviluppare nel modo più efficace i giusti anticorpi, anche grazie a opere come questa。 Un'impresa, quella di Scurati, preziosa e necessaria, benché ardua, che prosegue al meglio nell'encomiabile intento dell'autore di rifondare e dare nuova linfa al movimento antifascista che, basandosi interamente ed esclusivamente sui fatti storici, con lucidità e senza bisogno di comode mistificazioni, vuole contrapporsi a quel fascismo nostalgico ed eterno che ciclicamente ricompare durante le crisi democratiche e che tende ad edulcorare, dimenticare e rimuovere, più o meno consciamente, le innumerevoli infamie di cui si è macchiato in passato。 。。。more

Pamzina

Primo lettura piacevole, secondo una noia mortale

Alessandro

Come e più del precedente, se possibile, meriterebbe 6 stelle。 Delinea la totale presa di potere del fascismo, lo spietato colonialismo in Libia, la solitudine del dittatore e la sua totale mancanza di fiducia negli altri, che lo porterà a liberarsi di due storici alleati。 Ma, si sa, quando si prende il potere, chi ti ha aiutato viene subito dimenticato。 Neanche Mussolini poteva evitare questo destino。 Assolutamente da leggere, chiaramente dopo il primo volume。 Imperdibile。

Giulia Galbarini

Il mondo è pieno di autentica disperazione。

Simone Corami

Un bel mosaico che attraverso i moltissimi aneddoti riesce a dare il puzzle della miseria che è stato il regime fascista nel ventennio di Mussolini。 Decade anche l’insopportabile “ha fatto anche cose buone” al sentire dei campi di concentramento e dei gas tossici usati dagli italiani in Africa, per non parlare del sistema delle tangenti e delle appropriazioni che si sommano ad una gestione fallimentare della cosa pubblico。 Questo a chi non bastasse la totale privazione della libertà fatta da uom Un bel mosaico che attraverso i moltissimi aneddoti riesce a dare il puzzle della miseria che è stato il regime fascista nel ventennio di Mussolini。 Decade anche l’insopportabile “ha fatto anche cose buone” al sentire dei campi di concentramento e dei gas tossici usati dagli italiani in Africa, per non parlare del sistema delle tangenti e delle appropriazioni che si sommano ad una gestione fallimentare della cosa pubblico。 Questo a chi non bastasse la totale privazione della libertà fatta da uomini di basso livello。 。。。more

Daniele Aprile

Da fare leggere nelle scuole! Racconta e spiega il passato ma pare parli del presente e del futuro prossimo

Irene Gentili

Rispetto al primo volume, M l'uomo del secolo, l'ho trovato un po' più noioso, cosa dovuta sicuramente al fatto che qui ci sono più movimenti di tipo politico rispetto al primo che parla dell'ascesa。Aspetto comunque con curiosità il terzo。 Rispetto al primo volume, M l'uomo del secolo, l'ho trovato un po' più noioso, cosa dovuta sicuramente al fatto che qui ci sono più movimenti di tipo politico rispetto al primo che parla dell'ascesa。Aspetto comunque con curiosità il terzo。 。。。more

Tancredi PRZ

Seconda puntata sviluppata sui giochi di palazzo degli uomini del partito。 Appassionanti seppur drammatiche le vicende abissine。

Massimo Carcano

Forse a penalizzare Scurati è stato proprio il periodo storico ma a me questo secondo tomo della trilogia è piaciuto sicuramente meno。 Mentre nel primo c'erano gli anni travolgenti dell'ascesa al potere, gli anni nei quali pur essendo ovviamente noto l'epilogo, rimaneva vivissima la curiosità di vedere fino a dove si sarebbe arrivati qui tutto questo manca e si scade nella politica e nei giochi di potere。 Le folle e la vita quotidiana dell'Italia scompaiono e rimane solo un Mussolini schizofreni Forse a penalizzare Scurati è stato proprio il periodo storico ma a me questo secondo tomo della trilogia è piaciuto sicuramente meno。 Mentre nel primo c'erano gli anni travolgenti dell'ascesa al potere, gli anni nei quali pur essendo ovviamente noto l'epilogo, rimaneva vivissima la curiosità di vedere fino a dove si sarebbe arrivati qui tutto questo manca e si scade nella politica e nei giochi di potere。 Le folle e la vita quotidiana dell'Italia scompaiono e rimane solo un Mussolini schizofrenico nei suoi atteggiamenti, pieno di debolezze fisiche e morali e soprattutto vittima di se stesso e di alcune delle personalità che lo circondano。 Adesso però aspetto con trepidazione il terzo perché se anche qui l'epilogo è noto rimane il fatto che Scurati sa davvero scrivere bene e regala sempre degli aneddoti molto ma molto interessanti。 。。。more

Bandw53

Ove si assiste alla vera nascita della dittatura mussoliniana, dopo l’ammissione di totale responsabilità nell’assassinio di Giacomo Matteotti quando: “Io solo – aveva urlato – porto la responsabilità politica, morale, storica di quanto è accaduto。 Io sono l’Italia, io sono il fascismo, io sono il senso della lotta, io sono il dramma grandioso della storia。 Se c’è qualcuno che osi impiccarmi a questo ramo nodoso, si alzi adesso e tiri fuori il sapone e la corda”。Non vi fu risposta da parte del P Ove si assiste alla vera nascita della dittatura mussoliniana, dopo l’ammissione di totale responsabilità nell’assassinio di Giacomo Matteotti quando: “Io solo – aveva urlato – porto la responsabilità politica, morale, storica di quanto è accaduto。 Io sono l’Italia, io sono il fascismo, io sono il senso della lotta, io sono il dramma grandioso della storia。 Se c’è qualcuno che osi impiccarmi a questo ramo nodoso, si alzi adesso e tiri fuori il sapone e la corda”。Non vi fu risposta da parte del Parlamento。 Non vi fu risposta dall’Italia tutta。E nacque il regime fascista, fondato sulla delazione, la violenza, il terrore e la corruzione。Le beghe interne al partito non fanno che portare all’accentramento del potere nelle mani dell’uomo di Predappio。 Vani i tentativi dell’ascetico Augusto Turati di porre fine alle lotte intestine。 Del resto “…la democrazia non può che parlare。 Vive della parola e per la parola。 In tempi di crisi, però, i popoli non domandano di essere propagandati, domandano di essere comandati” e ai posteri resterà “il compito ingrato di interrogare la sconfinata proclività della specie umana alla sottomissione”。Il lavoro di Scurati non è un libro di storia。 Non è nemmeno un romanzo: è una scrittura che nasce dalla cultura antifascista。 Perché nel fascismo il rischio è che l’intelligenza perda allenamento e “…la forma scadrà di conseguenza, con qualcuno che pensa per tutti si smetterà di pensare per se stessi”。 。。。more

Jose

Como novela es menos interesante que su libro anterior sobre Mussolini, sobre todo por las características del periodo histórico que cubre。 Sin embargo no por eso deja de ser un libro interesante, un auténtico manual sobre como construir un estado totalitario y una dictadura personal。 La complicidad de la monarquía y la iglesia, la alianza con los intereses industriales, permea claramente en el libro。Aunque quizás esté demasiado centrado en las luchas internas entre los segundos niveles del PNF。 Como novela es menos interesante que su libro anterior sobre Mussolini, sobre todo por las características del periodo histórico que cubre。 Sin embargo no por eso deja de ser un libro interesante, un auténtico manual sobre como construir un estado totalitario y una dictadura personal。 La complicidad de la monarquía y la iglesia, la alianza con los intereses industriales, permea claramente en el libro。Aunque quizás esté demasiado centrado en las luchas internas entre los segundos niveles del PNF。 Importante también el poner en evidencia los crímenes de guerra cometidos en sus colonias por el ejercito italiano。 Badoglio y Grazianni, al menos, deberían haberse sentado en Nuremberg。 。。。more

Antonio Nunez

Il secondo volume del romanzo di Scurati sulla fascismo, M L’uomo del Destino (come chiamò Mussolini Pio XI) è straordinario。 Comincia nel 1925, giusto dopo l’omicidio di Matteotti e l’assunzione di responsabilità del Duce (dove finì M Il Figlio del Secolo)。 Copre gli anni dell’ apogeo del fascismo, quando il regime sembrava veramente un onda verso un futuro migliore: dal 1925 al 1932, e include le leggi fascistissime (o liberticide) che seppellirono lo Statuto Albertino e l’Italia liberale di G Il secondo volume del romanzo di Scurati sulla fascismo, M L’uomo del Destino (come chiamò Mussolini Pio XI) è straordinario。 Comincia nel 1925, giusto dopo l’omicidio di Matteotti e l’assunzione di responsabilità del Duce (dove finì M Il Figlio del Secolo)。 Copre gli anni dell’ apogeo del fascismo, quando il regime sembrava veramente un onda verso un futuro migliore: dal 1925 al 1932, e include le leggi fascistissime (o liberticide) che seppellirono lo Statuto Albertino e l’Italia liberale di Giolitti, una mummia sopravvissuti a se stesso, il concordato e il Patto Laterano che finì circa 70 anni di ostilità con la Santa Sede, la pacificazione della Libia, moltissimi grandi progetti。 In questo periodo Hitler è un pezzente a cui Mussolini rifiuta una foto autografiata e il Duce è una figura rispettata dai poteri europei e i giornali americani。 Ma anche in questo periodo fallisce la tentativa di Arnaldo Mussolini, Augusto Turati e Margherita Sarfatti di normalizzare il fascismo marginando gli estremisti del partito, rappresentati dal temibile ras di Cremona Roberto Farinacci e dotando il fascismo di un aura vanguardista。 Alla fine del libro l’Italia si è macchiata con l’uso di arme proibite dalla Convenzione di Ginevra come il gas Yprite e lo stabilimento dei campi si concentramento contro i civili a Libia, Arnaldo è morto dopo aver perduta la lotta contro i suoi nemici a Milano; l’ex segretario del partito Turati è in una clinica, marginalizzato da Farinacci con delle accuse per improprietà sessuali e Sarfatti, la più importante alleata del Dice negli inizi, viene ridicolizzata。 In tutti questi casi, Mussolini ha lasciato perire i suoi alleati。 Ormai ascende all’empireo, non è un uomo che possa avere amici e fratelli, ma è un dio, intoccabile e incomprensibile agli umani。 A questo l’aiuta aver sopravvissuto a vari attentati, alcuni dei quali sembrano essere stati organizzati da fazioni del partito fascista。 L’Italia è uno stato poliziotto sotto la vigilanza dell’OVRA e Arturo Bocchini, un uomo competente e amorale。 Nel 1932 Mussolini visita la mostra decennale dell’arte fascista, dove i vanguardisti della Sarfatti sono stati purgati。 Tutto è preparato per il terzo volume, che immagino andrà dal 1933 quando Hitler prende il potere nella Germania fino alla guerra nel 1939, ed includerà l’invasione di Abissinia e l’appoggio a Franco nella Guerra Civile Spagnola。 Anche nel suo momento di apogeo il fascismo ormai cova i semi della sua estinzione。 。。。more

Elena

Questo secondo volume prende in esame gli anni dal 1925 al 1932。 Molti riferimenti politici anche se non mancano i riferimenti alla vita privata del Duce。 Interessante la parte sulla campagna in Libia。 A mio avviso la pari del primo volume。

Pimentella

Il secondo volume della saga dedicata all'ascesa e al declino di Benito Mussolini copre gli anni dell'apogeo della dittatura: quelli delle leggi fascistissime, dei  patti lateranensi, della battaglia del grano, diquota 90, della bonifica dell'agro pontino e delle grandi opere pubbliche。 Una buona fetta del libro è dedicata alla sanguinosissima guerra coloniale in Libia, edulcorata nei rapporti ufficiali ma terribile, crudele e inverosimilmente violenta nel suo svolgimento。 Campi di concentrament Il secondo volume della saga dedicata all'ascesa e al declino di Benito Mussolini copre gli anni dell'apogeo della dittatura: quelli delle leggi fascistissime, dei  patti lateranensi, della battaglia del grano, diquota 90, della bonifica dell'agro pontino e delle grandi opere pubbliche。 Una buona fetta del libro è dedicata alla sanguinosissima guerra coloniale in Libia, edulcorata nei rapporti ufficiali ma terribile, crudele e inverosimilmente violenta nel suo svolgimento。 Campi di concentramento e iprite servivano a domare i ribelli, esecuzioni sommarie e processi farsa erano i mezzi per umiliare il fiero popolo del deserto。 Queste pagine sono una testimonianza coraggiosa della mostruosità del colonialismo italiano e spero che aprano la strada ad una maggiore coscientizzazione su questo capitolo deplorevole della nostra storia recente, spesso liquidato con poche frasi sommarie – una su tutti: “Italiani, brava gente”。 Questo secondo libro, a differenza del primo, è molto più incentrato sui fatti, sulle leggi e sulle lotte intestine e molto meno sull'aspetto umano dei vari protagonisti。 La personalità che viene maggiormente indagata è sicuramente Augusto Turati (segretario nazionale del Pnf) che dopo 5 anni al servizio del partito, annega nella melma dello stato di polizia che lui stesso aveva largamente contribuito a creare。  Il Duce, invece, all’auge del suo potere e ormai riconosciuto da tutti come “L’uomo della provvidenza”, appare sempre più solo, diffidente e angosciato, tanto che un buon sottotitolo del libro sarebbe proprio: “La solitudine del tiranno”。 Purtroppo, non viene dato molto spazio alla vita di Edda, la figlia prediletta。 Credo che un approfondimento sul rapporto tra i due avrebbe alleggerito la parte centrale del libro, un po’ slegata e prolissa, e avrebbe giovato alla fruibilità del romanzo。 Più spazio, invece, è accordato a Arnaldo Mussolini, fratello del Duce, e al tramonto della Serfatti。 Come nel primo volume, mi sono ritrovata a tifare affinchè le cose andassero diversamente, in questo secondo ho avvertito chiaramente, pagina dopo pagina, la puzza di dittatura。 Ho sentito sulla pelle la mancanza di libertà, l'aria opprimente del controllo capillare, il tanfo delle maldicenze strumentali ed ho avvertito molta angoscia。 Soprattutto per questa ragione, ne consiglio la lettura a tutti i nostalgici della dittatura che, probabilmente, non immaginano minimamente cosa implichi。 。。。more

SCARABOOKS

Ancor più aneddotico del primo。 Meno intenso e teso dal punto di vista narrativo。La disputa sul tema “è un romanzo o no?” mi pare un esercizio vacuo。 Romanza fatti storici frantumandoli in narrazioni ad episodi attorno ad alcuni fili conduttori centrali。 In questo caso Turati, la guerra libica, il fascismo milanese e altri minori。 Chi cercasse il rigore strutturale e stilistico del romanzo di qualità o il rigore accademico di un saggio di storia avrebbe sbagliato libro。 Scurati d’altronde non è Ancor più aneddotico del primo。 Meno intenso e teso dal punto di vista narrativo。La disputa sul tema “è un romanzo o no?” mi pare un esercizio vacuo。 Romanza fatti storici frantumandoli in narrazioni ad episodi attorno ad alcuni fili conduttori centrali。 In questo caso Turati, la guerra libica, il fascismo milanese e altri minori。 Chi cercasse il rigore strutturale e stilistico del romanzo di qualità o il rigore accademico di un saggio di storia avrebbe sbagliato libro。 Scurati d’altronde non è di sicuro uno storico e nemmeno un grande scrittore (comunque non mi è mai piaciuto)。 Qui però ha azzeccato l’architettura e la tonalità della narrazione; ha fatto un gran lavoro di documentazione e di selezione ed ha una posizione davanti ai personaggi ed ai fatti che racconta assolutamente condivisibile。Bella la parte di Turati (Augusto, non il Turati buono)。 Non regge il confronto con quella di Matteotti del primo volume, ma fa scoprire un bel personaggio in chiaroscuro, che sta ai margini della storiografia “seria”。Un po’ pallosa, ma anche coraggiosa la parte “libica”, con la denuncia degli orrori da operetta (che non significa meno orribili, anzi) del colonialismo italiano。Segnalo i capitoletti in cui ci sono Edda e Galeazzo Ciano。 Mi sono parsi di godibilitá assoluta。 Il ritrattino di presentazione di lui in particolare é un cammeo。 Ma anche quello di lei (gran personaggio letterario di suo, d’altronde) e le scene dal matrimonio (con il pollaio e l’orto di donna Rachele a Villa Torlonia) sono notevoli。Il pregio maggiore, ancor più accentuato che nel primo, é quello di far uscir fuori molto bene l’aspetto eticamente ignobile, cialtronesco, umanamente inaffidabile dell’uomo Mussolini。 Altrettanto vale per la miseria umana del pezzo d’Italia che fu lo scheletro ed il motore muscolare del fascismo。 La sua attualità sta nel fatto, per dirla con un elegante francesismo, che i pezzi di merda si somigliano in tutte le epoche della storia。 Basta affiancare i ritratti。 Può quindi svolgere bene una funzione di didattica antifascista minima forse essenziale in questo tempo。Anche perché si legge con una leggerezza tossica, con un piacere sproporzionato al suo valore。 Pure questo è un merito in fondo。 A saperlo sceneggiare ed interpretare sarebbe uno splendido materiale per una serie tv。 Infatti pare che ci stiano lavorando。 。。。more

Francesco

A volte lento, quasi sempre interessante。 Ben costruito。